Las ramas han perdido fuerza ya. Ya van quedando pocas hojas por caer. Un duro invierno viene, y el amor se apaga.
Dos copas hay y un lugar vació frente a mí; ya es un hecho mi soledad. Debo esforzarme para comprender que hoy no estás conmigo.
Tal vez mañana brille el sol y su calor permita que en mi existir vuelva la ilusión de nuevo junto a mí.
No quiero que ocupes más mis pensamientos, pero tampoco puedo sacarte de ellos, estás ahí en todo lo que veo, en todo lo que escucho.
Es como si cada color, cada lugar, cada letra de cada canción griten tu nombre desenfrenadamente.
No encuentro nada que no me recuerde a ti, ni en mis sueños dejas de estar. Ansío la noche para no pensarte y cuando cierro los ojos tu sonrisa aparece. Cuando logro dormir, me veo a tu lado.
Sentir que todo pierde sentido, que se apaga la luz que alumbra mis días, que todo es insignificativo cuando lo comparo contigo, que no quiero levantarme, que no quiero vivir, que no tengo ni encuentro las fuerzas para seguir.
Solo si entendieras que el amor que tengo hacia ti es capaz de cualquier cosa, comprenderías que haría lo que fuese, que te daria lo que pidieras, que se que soy capaz de hacerte feliz.
Si entendieras que nadie puede sentir lo que yo siento hoy.
Recorreria el mundo entero si tuviese que encontrarte.
Pero a fin de cuentas, esto son sólo simples palabras.
