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26 sept 2011

¿Mi líder?


- Es una persona muy afectuosa y te hace sentir muy acogida cuando estás con él.

- Ese afecto también se encuentra dentro de ti- Le dije.

Se quedó mirándome un poco extrañada y continuó describiendo las excelencias de su líder.

-También es muy sabio, siempre tiene la palabra adecuada en cada situación.

- Esta sabiduría también se encuentra dentro de ti.

- No, eso no es así, yo soy muy torpe a la hora de expresar mi opinión en una conversación.

- Tu torpeza no está tanto en lo que expresas, sino en saber verte tal como eres.

Guardó unos momentos de silencio, mirándome algo desconcertada, y luego continuó:

- Hablas así porque no le conoces, él es una persona que ha ayudado a mucha gente.

- Tú también has ayudado a mucha gente.

- No creo que esta conversación nos lleve a ninguna parte, creo que te empeñas en desmerecer la gran persona que es mi líder.

- Tú también eres una gran persona y te empeñas en no querer verlo. Esta admiración que has desarrollado hacia tu líder te impide ver tus capacidades y te hace depender de él. Todo lo que ves en él te pertenece, ya que sólo puede reflejar lo que potencialmente está en tu interior, y ti puedes tomar conciencia para potenciarlo y crecer por ti misma o pasarte la vida dependiendo de personas como esta.


Si tienes sentimientos de inferioridad, no es que tengas menos valores o capacidades que otros, sino que no has aprendido a valorar lo que realmente tienes.

Es posible que hayas sufrido indiferencia y menosprecio de quienes tenían que haberte hecho sentir importante, pero ahora, cada vez que reconoces en alguien un atributo positivo, puedes comprender que este atributo te pertenece. Es una nueva oportunidad de reconstruir tu autoestima y potenciar tu realidad.